De vuelta de mis pobres vacaciones (esa será otra confesión), he vuelto a mi amado trabajo. Sí, aunque a veces lo pase mal, mi trabajo es uno de los más gratificantes que hay. Mis niños lo son TODO. Pero...... hay unas palabras que ninguna profe quiere escuchar: "período de adaptación".
Yo estoy en ese período de adaptación. Ese momento en el que lo único que escuchas son llantos, tanto, que te da la sensación de llegar sordo a casa. Hoy, me he tenido que tomar un ibuprofeno para el dolor de cabeza!! Qué ganitas de que pase este mes.....
Pero bueno, al menos he vuelto a la amada rutina del trabajo, ese que me quita de la mente todos los problemas, porque cuando estoy en él, todo mi cuerpo, mis sentidos y mi mente se vuelca en los locos bajitos. Esos que me llaman "Ushi", "Chuchi", "Sana", esos que me dan besos y abrazos indiscriminadamente, sin pedirme nada a cambio, esos que me hacen reir día sí y día también.
Bueno, esta entrada pretende ser una introducción de lo que soy yo, una chica cuya infancia no fue nada buena, pero supo recuperarla a través de la vocación. Es cierto, en mi trabajo saco la niña que no pude ser. Con el tiempo todo este espacio se irá llenando de esas historias, mis historias, mis confesiones, las confesiones de esta tocineta. El nombre no es nada bonito, pero me lo puse yo misma y aún no entiendo muy bien por qué, pero así se queda, supongo que es porque mi chico me dice que estoy jamona y los buenos jamones llevan tocinillo......
Espero que este blog sirva para que las personas que me rodean, las que me conocieron alguna vez o las que aún no me conocen, puedan entenderme mejor, porque pretendo con ello explicarme a mi misma. Quizá llegue a entenderme a mi misma, a tratar de encontrarme.
"No pierdo el ánimo, porque cada intento fallido que dejo atrás es un nuevo paso adelante" T.A. Edison
No hay comentarios:
Publicar un comentario